¿Qué es la fiebre del barro?

Un gran número de enfermedades de la piel se resumen en el término "fiebre del barro". Esta infección particular puede ser causada por varias bacterias diferentes que prosperan principalmente en condiciones fangosas y húmedas.

Es una enfermedad que puede permanecer latente en la piel del caballo y se activa solo cuando la superficie de la piel está dañada, lo que suele ocurrir después de una larga estancia en ambientes húmedos.

Cuando un caballo sufre de fiebre del barro, los signos son bastante notorios, como áreas irritadas de la piel con costras y lesiones subyacentes. También suele haber una mucosidad espesa entre la piel y la costra.

No solo eso: muchas veces es posible notar hinchazón o un aumento de la temperatura, razón por la cual el caballo comienza a estar particularmente dolorido. Por último, la caída del cabello puede hacer que aparezca una piel inflamada y dañada que, en casos graves, también puede desgarrarse en la parte posterior de la extremidad. En este caso aparecen las grietas horizontales propias de la fiebre del lodo.

Es extremadamente importante estar seguros de que el caballo padece esta enfermedad. Si su caballo nunca lo ha tenido antes, debes consultar al veterinario para asegurarse. De hecho, esta es la única forma en que tu caballo puede recibir el tratamiento adecuado. Una vez aclarada y confirmada la situación por un experto, es importante mantener las extremidades lo más secas posible.

Además, trata de evitar que el paddock se ensucie en exceso, ya que las bacterias se transportan a través del suelo. Puede ser útil cambiar el lugar de entrada al pasto y mover los abrevaderos con regularidad. Finalmente, los lugares particularmente fangosos también se pueden cubrir con paja o arena.

En el caso de que tu caballo sufra fisuras en los menudillos, es importante actuar con celeridad para reducir la infección antes de que empeore.

¿Cómo tratar la fiebre del barro?

Es importante tratar de mantener las extremidades secas.

Para el tratamiento directo, lavar las áreas afectadas con agua tibia (nunca con agua fría). Después de lavar y enjuagar, secar bien el área. Este último paso puede ser difícil en el caso de los caballos de pelaje grueso, por lo que es posible que esté tapando las zonas afectadas.

Una vez que las extremidades de tu caballo estén limpias y secas, aplica una capa gruesa de crema protectora (mejor si tiene efecto antibacteriano) en la zona afectada. En este caso, consulta a tu veterinario de confianza y sigue su asesoramiento, él seguramente podrá orientarte hacia el producto adecuado. Recuerda: siempre prueba la crema en una pequeña área de la piel durante 24 horas antes de continuar con el tratamiento. Debes asegurarte de que el caballo tolere bien el producto. También se debe utilizar la crema y/o tratamiento posterior siguiendo al pie de la letra las indicaciones del veterinario.

Consejos importantes para un tratamiento eficaz

Cuanto antes se detecte la infección, más eficaz y rápido será el tratamiento. Por esta razón, revisa regularmente las extremidades de tu caballo, especialmente si es propenso a esta enfermedad.

• Para un tratamiento con éxito, es necesario mantener secas las extremidades del caballo.
• Recortar las extremidades en caso de pelo grueso facilita mucho el tratamiento.
• Eliminar la costra es la clave para iniciar el proceso de curación. Seguir las instrucciones indicadas por el veterinario.
• El uso de una crema protectora previene más infecciones y favorece la cicatrización.
• En caso de duda, ¡acude siempre al consejo de un veterinario!

En Equus Vitalis tenemos en oferta algunos sprays que pueden ayudar a combatir la fiebre del barro. Prueba Derma Spray de Cavalor , un spray para la piel prebiótico y probiótico, EHM Derma Liquid de Eggersmann y Bac-Control de Speed . Finalmente, Pomada con Plata de leovet puede ser útil contra el malestar.